Las Santas Espinas son una reliquia que se conserva en Atienza desde el siglo XIV que, según la tradición, posee dos espinas de la Corona de Jesucristo. Dicha reliquia, a la que los atencinos guardan una gran devoción, ha tenido fama durante los siglos de milagrosas, atendiendo especialmente las plegarias referentes a la sequía.
Su fiesta se celebra el primer domingo de mayo (en 2018, el 6 de mayo) y supone una celebración especial para los atencinos y una muestra de la religiosidad tradicional para los visitantes. Existe una cofradía encargada de la organización de todos estos actos, que data de 1849.
La víspera de la festividad se celebra la última de las novenas que durante los nueve días anterior han venido celebrándose en la iglesia de la Santísima Trinidad. En ellas el relicario es colocado en un expositorio que se cierra lentamente al finalizar los rezos mientras se canta un himno religioso. Ese mismo día, por la noche, se celebra un Miserere y, tras él, la Cofradía invita a una chocolatada a los asistentes al mismo.
El día de la fiesta comienza con la Cofradía reuniéndose al alba en la iglesia de la Santísima Trinidad para tocar las campanas, anunciando a la villa la llegada de la fiesta. Al mediodía se realiza una función religiosa, con presencia de cofrades y autoridades. Por la tarde se celebra, en el patio de la iglesia de la Santísima Trinidad, el
tradicional remate de roscas, uno de los momentos más llamativos para el visitante que se asoma a esta festividad por primera vez.